Las chicas del Postres Reina Caravaca: la ilusión por bandera

Por Jaime Parra.- Raquel Sánchez, Isabel Sánchez, Sara Toral, Cristina María García, Carmen Carreño, María Teresa Morenilla, Fátima Serna, Ana Sánchez, Pilar Gallego, Paula Ruiz, María Marín, Pilar Gallego y María Martínez forman el equipo femenino de voleibol del Postres Reina Caravaca.

Bromean con el buen arranque de competición: «Ganamos el primer partido, perdimos los otros cinco… Pero perdidos por poco», explican las jugadoras que deben medirse con otras que por lo general les ganan en estatura y edad: «Nosotras somos algunas infantil y otras cadete, pero se ha sacado equipo cadete. María, la menor, con 12 años, se puede enfrentar a otras jugadoras de 15». No solo eso, las que más tiempo llevan jugando de las caravaqueñas tan solo lo han hecho una temporada mientras que en otras localidades de la región el voleibol femenino cuenta con cierta tradición.

Reconocen que hasta la fecha sus partidos no despiertan la expectación de los hombres, sobre todo los senior: «la familia, los amigos… y Eddy que siempre está allí». Además hasta la fecha la mayoría de los partidos los han jugado de visitantes.

Precisamente la afición al voleibol para algunas comenzó con un módulo que impartía Eddy Carvalho y otras, como suele suceder, a raíz de que sus amigas decidieran practicar este deporte.

Entrenan por las tardes lunes, martes y jueves en unos entrenamientos que algunas califica de no muy duros y otras las miran como diciendo «será para ti». Un día entrenan más el apartado físico, otro tratan de mejorar su técnica.

Su aspiración, aunque la ven lejana, quedar entre las cinco primeras y, por qué no, que las convoquen con la Selección Murciana como ha ocurrido con otros jóvenes de la localidad.

Su entrenador, Eddy Carvalho, explican les anima a disfrutar y luchar en el campo, pero que no se obsesionen con la victoria: «Que no pensemos solo en ganar, sino en jugar y en pasarlo bien, dando lo que podamos».
En la segunda parte de la temporada, y con más partidos en casa, esperan que la suerte cambie y la próxima vez puedan decir: «Perdimos el primer partido, ganamos los cinco siguientes».