Por; PEDRO ALFONSO OLMO RODRIGUEZ.El pasado fin de semana se celebraron en Caravaca de la Cruz las semifinales y la final de la superliga masculina de boleybol en la que el equipo caravaqueño llegó a la final, el pabellón Juan Antonio Corbalan albergó los partidos, los aficionados se ilusionaron con el equipo, lloraron, rieron, estuvieron alentando en todo momento a unos jugadores a los que se les ve mucho futuro, es un conjunto que hay que cuidar por todos los medios, maravilloso el trabajo de los técnicos, hay jugadores que no han participado por decisiones técnicas que son el futuro de este equipo, por lo que la continuidad está garantizada hay que apoyarlos y quererlos pues a todos los caravaqueños nos hicieron emocionarnos en la final, nos sentimos orgullosos de estos jugadores que han dejado a Caravaca en el lugar que se merecen, al final con la derrota contra Tenerife.
Ví a jugadores llorar, y nunca debieron salir esas lagrimas de sus ojos, porque pueden ir con la cabeza muy alta, son ahora mismo la bandera del deporte de nuestra ciudad, por desgracia huérfano de grandes acontecimientos que estas maravillosas tierras del noroeste murciano se merecen, nunca debieron de perderse, pero bueno volverán las alegrías, volverán las victorias y el trofeo disputado el domingo que se nos escapó de la mano como marrano engrasado, luciera en las vitrinas de nuestro , a poco que estos jugadores vuelvan a quererlo de la forma que lo hicieron el pasado Domingo.
Gracias equipo a seguir luchando que nadie os hunda, ni los árbitros ni los penosos directivos que tienen estas competiciones, espero volver pronto a escribir de vuestros logros.
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