El club más laureado de la ciudad, al borde de la desaparición por la crisis
Por.- JUAN F. ROBLES CARAVACA.
El Club Voleibol Caravaca ha llegado a la Superliga 1 y tiene equipos de cadetes, juveniles e infantiles.
El voleibol caravaqueño está en la UVI. Salvo un tratamiento de urgencia, en forma de ayuda económica suficiente para abordar una nueva temporada, el Club Voleibol Caravaca está condenado a desaparecer. El club caravaqueño, el que más éxitos ha obtenido en la historia de los deportes de equipo en el municipio, no podrá subsistir si no encuentra los recursos económicos suficientes para seguir adelante. Ayer a las doce de la noche finalizaba el plazo para la inscripción del equipo en la Superliga 2 y los responsables del club no pudieron formalizarla.
Queda un resquicio, apenas un hilillo de esperanza, ya que podría abrirse un nuevo plazo de cinco días. El problema no es solamente encontrar los 3.500 euros para la primera entrega, lo que preocupa en el club es que habría que sumar un aval de 10.400 euros, más los 3.100 euros para la segunda entrega y otros 4.500 euros para las fichas de los jugadores. A eso habría que añadir los gastos de la temporada. Demasiado viaje para tan poco equipaje.
Los responsables del club se reunieron ayer por la mañana con el alcalde, Domingo Aranda, que solo pudo confirmarles que no habrá ayudas oficiales para los equipos senior de los distintos deportes. Se están haciendo gestiones con posibles patrocinadores pero, por el momento, no han dado frutos.
Pero no está en peligro solamente el equipo de la Superliga 2. La falta de ayudas abocaría al club a la desaparición, lo que haría inviable mantener las bases (juveniles, cadetes e infantiles). Jesús León, vicepresidente del club, señala que «si no hay ayudas del Ayuntamiento y no estamos en la Superliga 2 tampoco recibiremos ayudas de la Comunidad Autónoma. Esto nos llevaría a una situación insostenible, incluso para los más pequeños, que están en las escuelas deportivas pero con monitores que se encuentran ligados al club».
Es una triste realidad para los amantes del voleibol, ya que tras cinco temporadas de éxitos deportivos, con una buena gestión en lo económico y con un trabajo serio y ordenado a nivel institucional, el voleibol caravaqueño está a punto de sufrir un duro golpe del que difícilmente se podrá recuperar. Algunos se habían ilusionado con un posible regreso a la Superliga 1, tras el anuncio de la desaparición de la sección de voleibol del FC Barcelona, pero tal y como están las cosas, es completamente inviable.
Desde el club caravaqueño se lamentan de lo poco «que han servido los éxitos, tanto del primer equipo como de los de las categorías inferiores, que esta temporada han completado una actuación redonda, destacando el subcampeonato en categoría junior, el subcampeones en el Nacional de España juvenil, un séptimo puesto en el Campeonato de España cadete y el 13º en el Campeonato de España infantil. No sabemos, a día de hoy, si tan siquiera va a ser posible la continuidad en el trabajo con las categorías de las bases, puesto que la dureza de la crisis está complicando encontrar los patrocinadores suficientes para asegurar el futuro del club».
Esperan a la Comunidad.A perro flaco todo son pulgas. A toda esta situación habría que añadir que la Comunidad Autónoma no tiene fecha prevista para firmar el convenio de la temporada 2010-11, ya finalizada. «Esperamos, por el bien de todos, que cumplan lo prometido, ya que se comprometieron a ayudar con una cantidad económica determinada».
El club aún debe liquidar el último mes y medio a los jugadores y entrenadores, que aceptaron dilatar el plazo de cobro. «De momento, da la impresión de que se ha habituado a los aficionados a que el club salga adelante y esté en la alta competición, aparentemente, sin esfuerzo alguno, cuando en realidad mantener un club, que mueve con tanto éxito las bases y además ha estado dignamente en la élite, es casi un milagro», comentan en el club.
Desde la entidad insisten en que «ahora se palpa la cruda realidad, como es la desaparición, sin que casi nadie se moleste en preguntar qué se puede hacer por echar una mano, colaborar y trabajar por el mantenimiento de una joven institución, que ha llegado a lo más alto e incluso se permite el lujo de aportar jugadores a las selecciones nacionales».